Los niños y las niñas son como esponjitas, absorben lo bueno como lo malo. Para ellos todo es natural y es aprendizaje, depende de nosotros guiarlos a lo bueno.
Hoy en día la tecnología es tanta, y esta al alcance de nuestros hijos todo el día, por lo que necesitamos saber utilizarla en beneficio de ellos y de la familia. Cuando no ponemos límites, ni orientamos lo que hacen durante el día dejamos que lo bueno se convierta en malo.
Los niños pasan mucho tiempo frente al televisor y es ahí cuando más aprenden. No es que sea malo que vean televisión pero si hay que vigilar que están viendo en primer lugar. Luego tomar tiempo de sentarnos y comentar el programa, siendo una conversación de dos y tratar de que no se convierta en que todo es malo y no debes verlo porque “yo digo”.
Explicar qué por el lenguaje, la violencia, las mentiras… no te gusta, además siempre ver que se aprende positivo. Si hablamos claro y conciso, ellos se sentirán grandes y sobretodo escuchemos su punto de vista. No estamos para obligar, sin explicar razones, es importante hablar como con un adulto.
Cómo son esponjitas que adquieren todo lo que hay a su rededor, entonces busquemos programas que sean educativos, compremos juegos educacionales de computadora, libros de historias, todo aquello que haga que su mente trabaje.
Pero no sólo dejemos que está tecnología envuelva a nuestros niños, también motivemos al conocimiento de Dios, el mejor aprendizaje que puede existir. Que aprendan de Dios será bien fácil por su edad, pero por favor no caigas en legalismo, de que todo es malo y todo es pecado, porque cuando nos sucede esto, empujamos a nuestros niños a hacer lo que no queremos, puede ser por curiosidad, por enojo, rebeldía…
Algunos tips para que nuestras esponjitas se llenen de Dios:
1. Su Primer Biblia:
Lléva a tu hijo (a), a una librería cristiana, y cómprale su primer biblia, que sea de dibujos, letras grandes y poquitas, esto es un resumen ligero de la biblia, pero es bonito porque le va a encantar que le leas las historias, por experiencia con mi hijo de 6 años.
Puede ser que quiera otra cosa, así que preparémoslo en caso de que no puedas comprarle algo más, y si pudieras déjale escoger pues de todos modos son cosas que hablan de Dios, pero siempre cómprale la biblia.
Motívale a llevar la biblia a la iglesia, claro, asegúrate de ponerle nombre, para que no se pierda, si esto sucediera, por favor cuída como le regañas para que no se sienta mal y se confunda, llegando a no querer más biblias.